La pandemia del COVID-19 marcó un cambio significativo en los hábitos de consumo de audio, pero a medida que nos alejamos de ese periodo, la «nueva normalidad» parece estar desapareciendo. Según Edison Research, la escucha en casa alcanzó su punto máximo en 2022 con 152 minutos diarios, impulsada por el teletrabajo y los confinamientos. Sin embargo, en 2024, este número cayó a 127 minutos diarios y podría descender aún más si se concreta el regreso masivo a las oficinas.
Por otro lado, la escucha fuera del hogar sigue siendo un desafío. En 2019, los estadounidenses dedicaban 114 minutos diarios a este hábito, cifra que se desplomó a 91 minutos en 2020 y que, pese a una ligera recuperación, solo alcanzó los 107 minutos en 2024, por debajo de los niveles prepandemia.
Mientras tanto, los televisores inteligentes emergen como los nuevos centros de consumo de audio, desplazando parcialmente a los altavoces inteligentes, cuya popularidad parece estancarse. Aunque la diferencia entre la escucha en casa y fuera de casa se ha reducido desde el pico de la pandemia, todavía no se recupera por completo el equilibrio previo a 2020.
En este panorama, la radio tiene una oportunidad única: diversificar sus plataformas y adaptarse a las necesidades de un público cada vez más fragmentado. La pregunta clave es: ¿cómo logrará la industria conectar con los oyentes en un entorno tan cambiante?
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Radio Ink.